Asesinato de Santiago Nasar |
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española, el suspenso es un recurso utilizado en obras narrativas de diferentes medios que “tiene como principal objeto mantener al lector a la expectativa, generalmente en un estado de tensión, de lo que pueda ocurrirle a los personajes, y por tanto atento al desarrollo del conflicto o nudo de la narración”.
Por otra parte, Blasco (1966), opina que
para crear la tensión propia del suspenso “el autor ha de estimular
continuamente la participación del lector, proporcionándole pistas del
desenlace de la historia”, no olvidando que “ésta debe resolverse de manera
totalmente racional, sin que quede ningún cabo suelto” y “sin que el efecto de
tensión generado llegue a defraudar al lector”.
Ahora bien, a este nivel podría entonces
alguien preguntarse ¿Cómo es posible hacer uso del suspenso de forma efectiva?
A este respecto muy bien podría
mencionarse como ejemplo a Gabriel García Márquez y, en especial hablar de su
obra Crónica de una muerte anunciada, pues
allí se puede ver la maestría de este autor para hacer del suspenso un recurso
que atrapa al lector, manteniéndolo en la expectativa.
Haciendo alusión precisamente a esta obra,
Márquez menciona en una entrevista que lo que más les preocupaba de esta novela
era que el comienzo atrapara al lector. Fue entonces cuando a sus manos llegó
un ejemplar de La metamorfosis de
Kafka, que inicia hablando de lo que le ocurre al personaje principal, cosa que
imita Márquez en su novela, pues comienza hablando de la cercana muerte del
personaje Santiago Nasar: “El día en
que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana para
esperar el buque en que llegaba el
obispo”.
Esto podría parecer absurdo, pues existe la
creencia de que si uno sabe el final de la obra, ésta pierde la gracia, sin
embargo, y según explica Márquez, esto no es del todo cierto pues, esa forma de
iniciar su novela es la que precisamente mantiene en vilo a sus lectores, ya
que al saber que matarán al personaje, buscarán saber la razón y la forma en la
que ese crimen se efectuará, y es precisamente allí en donde radica el uso del
suspenso, la tensión, de esta obra.
Además, Márquez no deja solo al lector en
esta búsqueda, sino que poco a poco va proporcionándole pistas que pueden
llevarlo a encontrar cómo muere el personaje principal. Ejemplo de ello se
puede ver en las acciones que los gemelos Vicario van tomando para vengar el
honor mancillado de su familia, pues, al parecer, Santiago Nasar ha deshonrado
a Ángela Vicario y ésta ha sido repudiada por su esposo, Bayardo San Román, la
primera noche de su boda “Ángela
Vicario, la hermosa muchacha que se había casado el día anterior, había sido
devuelta a la casa de sus padres, porque el esposo encontró que no era virgen”
(pp. 12).
De allí se van dando los
acontecimientos que desembocarán en el asesinato de Santiago Nasar. Primero:
Los gemelos volvieron a la casa un poco antes de las tres, llamados de urgencia
por su madre. Encontraron á Ángela Vicario tumbada bocabajo en un sofá del
comedor y con la cara macerada a golpes, pero había terminado de llorar.
Luego:
Nunca hubo una muerte más anunciada. Después de que la hermana les reveló
el nombre, los gemelos Vicario pasaron por el depósito de la pocilga, donde
guardaban los útiles de sacrificio, y escogieron los dos cuchillos mejores: uno
de descuartizar, de diez pulgadas de largo por dos y media de ancho, y otro de
limpiar, de siete pulgadas de largo por una y media de ancho.
Además de esto, se puede ver también como
los acontecimientos que se fueron sucediendo favorecerían la ejecución del
crimen, haciendo alusión a Santiago Nasar, el autor dice:
La puerta del frente, salvo en ocasiones festivas, permanecía cerrada y
con tranca. Sin embargo, fue por allí, y no por la puerta posterior, por donde esperaban
a Santiago Nasar los hombres que lo iban a matar, y fue por allí por donde él salió
a recibir al obispo, a pesar de que debía darle una vuelta completa a la casa
para llegar al puerto.
Algo que también toma en cuenta el autor
es que por lo general los lectores al ver que el personaje principal va a
morir, enseguida se dirigirán al final para ver si realmente el personaje
muere, y es por eso que al finalizar su obra afirma que en efecto Santiago
Nassar es asesinado, y es allí, en palabras del mismo Márquez que logra atrapar
a los lectores, puesto que estos no se apartarán de su lectura hasta descubrir
cómo fue que todo ocurrió.
“-¡Santiago, hijo --le
gritó-, qué te pasa!”
“Santiago Nasar la
reconoció”.
“-Que me mataron, niña
Wene –dijo”.
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