jueves, 12 de julio de 2012

LO FEMENINO Y LO MASCULINO EN LAS OBRAS AURA Y CUMPLEAÑOS, DE CARLOS FUENTES


Anuncio de una Ópera basada en la novela Aura de Carlos Fuentes

     La concepción de los géneros es un fenómeno que obedece al convenio social y que ha sido elaborado gracias al gran cúmulo de arquetipos que con el paso de los años han sido elaborados y reelaborados en el inconsciente colectivo. Es decir, se nace hombre o mujer, pero es la sociedad la que establece cual debe ser el rol que cada uno debe desempeñar, en otras palabras, se aprende a ser masculino o femenina, pero también se aprende a juzgar lo que la masculinidad y la feminidad deben ser.

     En ese orden de ideas, resulta también necesario  recordar que el mundo no es un lugar homogéneo y, si se piensa en la pluriculturalidad aún existente (a pesar de la gran influencia de la llamada visión occidental que prima en el planeta), se puede fácilmente deducir que la apreciación de los géneros no es idéntica en todo lugar.

     Ahora bien, tomando en cuenta lo anteriormente expuesto, se podría preguntar: ¿A qué visión de los géneros se pretende aludir en el presente trabajo? Pues, bien, al tomar en cuenta que el análisis se enmarca en el contexto latinoamericano (pues se aborda un par de obras del autor Carlos Fuentes), por ende inmerso en “lo occidental”, se hablará desde  la idea de masculinidad y de feminidad que en este lado del orbe impera.

     La visión de lo femenino en Occidente se encuentra teñida con una infinidad de características que apuntan hacia los rasgos más elementales y primigenios de la humanidad. La mujer (o lo femenino) puede ser lo pasional, lo protector (en el sentido de lo materno), la vida, lo oscuro, la magia, lo indómito, la destrucción, el caos, lo privado, lo acuoso, lo subalterno, entre otras; mientras que lo masculino está adscrito al campo de la razón, el orden, la luz, la creación, lo mesurado, lo público, el ser cabeza (presidir). Visión que no es del todo actual, pues se puede rastrear tal punto de vista hasta llegar a las culturas patriarcales de Medio Oriente.

     Ahora bien, aclarado esto y abordando el tema que nos ocupa, resulta importante resaltar las figuras de Consuelo de Llorente (en Aura) y de George (en Cumpleaños) para mostrar cómo estos dos personajes, parecidos entre sí, se hallan configurados de forma distinta a partir de los roles de género.

     Hablando de los rasgos que los hacen similares está sin duda el hecho de que los dos desean seguir existiendo por siempre, de acabar con la barrera que impone el tiempo, y lo logran. Ambos personajes consiguen su cometido, seguir vivos con el pasar de los años, a través de la reencarnación. Es más, en uno y otro caso se toca la figura del doble (Consuelo-Aura; George-niño, George-hombre adulto, George-anciano). Pero, pese al parecido, la principal característica que los hace completamente distintos es la forma en la que consiguen la existencia de estos dobles, y por ende el reencarnar.

     En el caso de Consuelo de Llorente, a pesar de que se le muestra como una mujer que maneja la situación, logra la transmigración de su alma a través del ocultismo, de la magia. Caso contrario, George, que se trata de un hombre pensador, de un estudioso que ha hallado la respuesta que necesitaba para encontrar la manera de seguir existiendo (oponiéndose incluso a pensadores religiosos de épocas pasadas), y esta respuesta es que “la inteligencia” no muere. Además, logra su cometido mediante la experimentación (ejemplo de esto: la mujer que encierra con él).

     Como se puede notar entonces en estas obras, aunque no es su tema principal, los rasgos atribuidos a cada género se ven claramente descritos. La mujer: lo oscuro, la magia. El hombre: la lógica, la razón.

     Sin embargo, a manera de conclusión, se puede señalar que lo sobresaliente de estos personajes, en el tema que nos ocupa, es ver que a pesar de la diferencia de caracteres de género, ambos persiguen una meta común y comparten la misma inquietud. Cosa que resulta esplendida, pues se puede ver en ellos un solo pensar, dos seres idénticos que solo se muestran distintos por la elaboración artificial de rasgos distintivos del género.



No hay comentarios:

Publicar un comentario